lunes, 27 de julio de 2020

LA TRILOGÍA DE BERLÍN

Mientras las redes sociales evidenciaban que el aburrimiento era el peor de los efectos secundarios -menos malo, evidentemente, que las muertes de coronavirus-  de la época del confinamiento, los que aún mantenemos la pasión por la lectura entregamos las largas horas de vacío (cuando las había) al noble vicio de vivir vidas ajenas. La suerte y el cariño dieron en mis manos con el primer volumen de la trilogía de novela gráfica "Berlín" del historietista norteamericano Jason Lutes. "Berlín: ciudad de piedras" era el primer y lujoso tomo que inauguraba una historia coral ambientada en la inmensa capital alemana durante los últimos años de la República de Weimar y el imparable ascenso del nazismo. El atractivo del contexto histórico, ya visitado por la soberbia película de Bob Fosse "Cabaret" (1972) y cuidadosamente analizada en la novela policíaca "Sombras sobre Berlín" de Volker Kutscher, y metamorfoseada a su vez en la magnífica serie de televisión "Babylon Berlín", une su magnetismo al profundo análisis social de una Alemania en decadencia económica que contrasta con la explosión artística y cultural, con el nacimiento de la Bauhaus, la eclosión de los grandes novelistas alemanes y la descarnada libertad de expresión de los deslumbrantes cabarets nocturnos donde se daban cita la burguesía progresista y los estudiantes de la Universidad Humboldt.
La vida en la ciudad alemana del final de los años veinte, es reflejada con toda su crudeza en la fantástica trilogía de Lutes, desde los devastadores efectos del desempleo y la ruina económica de la mayor parte de la sociedad, hasta las voraces aspiraciones de los plutócratas que acabaron encumbrando al Partido Nacionalsocialista, bajo la promesa de disponer de mano de obra completamente gratuita, cosa que se acabó cumpliendo de la forma más cruel que uno pueda imaginar.
Pero las historias que narran estos tres volúmenes, trascienden más allá de las cuestiones de la alta política y se centran en varios personajes a ras de suelo, cuyas vidas vienen marcadas por los acontecimientos históricos. En este sentido no existe en este monumental proyecto literario y gráfico, un protagonista esencial, sino que la narración va siguiendo a una pléyade de personajes que se entrecruzan y relacionan de diferentes maneras, hasta el punto en que el lector queda literalmente pegado a las páginas de cada uno de los tres libros. 
Con la trilogía de Berlín -no es necesario aclarar que tardé bien poco en hacerme con los otros dos volúmenes- Jason Lutes me ha devuelto ese placer de reclinarme en el sofá y pasarme las horas del día dejándome llevar hasta ese mundo tan decadente como apasionante que brilló como brilla una estrella antes de convertirse en un agujero negro y arramblar con todo lo que haya a su alcance.
Si a esto añadimos las concomitancias políticas y sociales de nuestro tiempo, el resurgimiento de los supremacismos nacionales y el odio a lo foráneo como cara oculta de los nuevos patriotismos, lo que parecía una novela histórica acaba oficiando de aviso para navegantes. 
 

2 comentarios:

  1. Pues mira que no me entusiasman los tebeos para adultos, pero me han dado ganas de leerlo. Debe estar bien.

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  2. Gracias Gart, tienes la curiosa habilidad de un despertador internacional¡¡¡

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