sábado, 29 de marzo de 2014

EFECTOS SECUNDARIOS


Ayer me enamoré de una nube que tenía forma de delfín. Por una vez en mi vida logré vencer mi timidez y se lo dije. Le dije que era la nube más fascinante que había conocido jamás. El cumplido debió gustarle pues, de repente, se puso a llover sobre mí dejándome empapado. Mientras escribo estas líneas estoy pasando un catarro maravilloso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario