Leo y escribo libros. Me devano los sesos intentando comprender el alma humana. Pero no consigo entender por qué nos aferramos a sentimientos tan ruines, a identidades ficticias, al profundo desprecio por los otros.
No deberíamos preocuparnos por el dolor que nos causan los demás, sino más bien del daño que hemos hecho al prójimo.
Ya, es cierto. Pero esta corteza prefrontal que hemos heredado de nuestros antepasados tiene sus inconvenientes, (aunque en los programas de neurociencias de ello mucho no se hable). Somos imperfectos porque la sociedad y nuestra adaptación así lo ha "conseguido".
ResponderEliminar¿Qué sería de un humano distinto al que conocemos? Sencillamente, no sería humano.