Bicicleta MTB Cube Stereo 140 cuadro de carbono, frenos, cambio y
trasmisión Shimano XT M 8000; suspensión delantera FoxTalas CTD,
suspensión trasera Fox Float DPS Factory, ruedas 29 pulgadas con
cubiertas Swallbe One, llantas Cosmic elite. Ciclista varón, 1,80 m,
87 km, porcentaje de grasa de 9%, 40 pulsaciones por minuto en
reposo. Bueno, bonito, y nada barato.
Subida a puerto con un desnivel medio del 16%. Terreno pedregoso
entre pinares de nueva repoblación. Una mosca de tamaño reducido
intenta posarse en las narices del ciclista. Manotazo con la mano
derecha hacia la izquierda. La mosca sale tocada pero vuelve a
colocarse cerca de la nariz. Manotazo con la mano derecha. La mosca
se aparta sin ser tocada. Vuelve a sobrevolar la posición de las
gafas. Tercer manotazo e improperio. Ha tocado a la mosca, aunque muy
lejos de acabar con su vida. Por ello, el insecto vuelve a dibujar
ochos en el aire delante de las gafas del ciclista, que hace
equilibrios sobre las piedras del camino. Cuarto manotazo y doble
improperio. La mosca que esquiva hábilmente y vuelve a las gafas.
Fuerte manotazo, y demarraje. Pedaleo al límite. Tal vez así logre
dejar atrás al insecto. Inútil afán la del ciclista: la mosca
sigue erre que erre. ¿Para qué sirve una mosca si no? Curva con
desnivel del 22%. Sexto manotazo, y cinco improperios encadenados. La
mosca recibe pero no ceja en su empeño. El ciclista sopla para
ahuyentar a la diabólica criatura. Todo en vano. Coronando el
puerto, el ciclista lanza un fortísimo manotazo que no alcanza a la
mosca pero que sí le arranca las gafas de la cara. Una cara que se
vuelve aturdida hacia la izquierda provocando un fuerte
desequilibrio. Manillar a la derecha y caída hacia la izquierda.
Golpe seco en las costillas.
Conclusiones (a elegir):
a) El minúsculo insecto ha tumbado a un corpulento ciclista, todo
músculo él, y a su flamante máquina de ultimísima generación.
b) El ciclista debería estar agradecido al insecto, pues a lo largo
de la subida no ha tenido conciencia del enorme esfuerzo que le ha
costado.
c) La fuerza surgida de la ira siempre acaba volviéndose contra uno
mismo (aforismo de azucarillo)
¡Habiendo Raid...!
ResponderEliminarPositivos, siempre positivos, y a mala mosca buena cara, digo hostia, "b)", me quedo con "b)" pero la próxima vez que el ciclista abra la boca; a lo mejor tiene suerte y la mosca entra a trapo,así se ahorra la barrita de proteínas. ¡Todo sea por hacer músculo!
ResponderEliminarDeberías probarlo. La mosca no; lo de darle a los pedales. Se disparan las endorfinas y empiezas a sonreír, incluso cuando vas cuesta arriba. Se encuentra uno con doña ardilla, don búho, don abejaruco, y hasta (el año pasado) con don Jabalí. Se sale con las estrellas, se corona con el amanecer, y se regresa con el cénit. Y, lo mejor de todo, te enseña a reírte de ti mismo.
EliminarUn fuerte abrazo.
¿Para qué voy a usar insecticida pudiendo romperme la nariz con mis propias manos?
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarTienes razón, aun teniendo carnet de coche y coche, yo no conduzco nada más que bicicleta,ahora en verano desplazarse pedaleando es una gozada, y aquí casi todo es llano.
ResponderEliminarTodas las respuestas son correctas. La decisión, si ha de haberla, de optar por una u otra, corresponde al ciclista, y en ningún caso a la bicicleta, por potente que sea, ni a la mosca, por pesada que se ponga.
ResponderEliminarY lo bueno de subir, es que luego te lanzas por esos caminos del demonio y bajas siempre al borde del éxtasis.
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