La desmesurada programación de los
Festivales de Música y Danza de Granada ha llegado a adquirir tales
dimensiones para una ciudad tan modesta en su tamaño, que la prensa
local -o más bien lo que queda de ella- se ha visto desbordada a la
hora de cubrir los espectáculos que pueden desarrollarse
simultáneamente.
Una de las paradojas que ha originado
esta curiosa circunstancia es la total ausencia de reseñas críticas
en los periódicos locales en torno al espectáculo programado en el
FEX el pasado 22 de junio de 2016.
Me refiero a la intervención abierta
en la Plaza de las Pasiegas del Sungsoo Ahn Pick up Group. La
compañía coreana que interpreta las creaciones de Sungsoo Ahn,
insertas en el espectáculo Inmixture.
Dado
que me reconozco absolutamente lego en materia de coreografía, solo
puedo decir que, más de una vez, completamente embriagado por las
evoluciones de unas bailarinas que parecían haber superado la fuerza
de la gravedad, tuve
conciencia de haber dejado de respirar.
La
experiencia de la danza, a medio camino entre el arte tradicional
coreano y la libre creatividad de la danza contemporánea, adquiere
en este caso toda la emoción del fenómeno poético. La controversia
entre el magnetismo de la danza y la extenuación del baile
anárquico, consiguen ese instante de pura enajenación hipnótica
tantas veces añorada por el ávido espectador.
Sucede
aquí como en nuestra desgraciada industria editorial donde la
literatura queda olvidada de la mano del mercado pirotécnico
mientras los artificiosos relatos góticos adquieren dimensión de
producto de primera necesidad para el consumidor de entretenimiento.
El instante de Arte, con toda su capacidad emocional, volvió a pasar
de puntillas para los decadentes medios.
Mejor escrito... complicado. Ojalá sirva para algo esta muy buena reflexión.
ResponderEliminarEres un globero (perdón: bloquero) de primera, carísimo Juanito. Deseo que disfrutes de estos días de música y sensibilidad tanto o más que yo.
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