Me visto con tu piel durante las trémulas madrugadas de
invierno. Tanto es así que he llegado a confundir mis manos con la
suave curva que traza una interrogación en el tobogán de tu cuello.
Abril ha de llegar antes de devolverte la ropa y aprenderme el
perfume de todo aquello que devoraba tan delicadamente.
Exquisitamente erótico
ResponderEliminarLo es, pero que conste que yo estoy y estaré siempre en contra de lo que diga miguel ¿eh?
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